Templos Mormones |
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Los templos Mormones ayudan en la misión de la Iglesia Mormona para perfeccionar a los santos—Ayudar a todos ser lo mejor que ellos pueden ser viniendo al Señor y el Salvador Jesucristo. Son un santuario apacible, y ofrecen ordenanzas sagradas.
Templos Mormones son dedicados como lugares separados del mundo, donde el Espíritu Santo, el mensajero del Señor, puede tener un efecto fuerte en los corazones y las mentes de los que entran. Miembros de la Iglesia Mormona que mantienen ciertos estándares de conducta y tienen la fe fuerte en Jesucristo son permitidos entrar en los templos. Este concepto fue expresado claramente por James Faust, un miembro de la Iglesia Mormona de la Primera Presidencia:
“Los días nuestra vida serán bendecidos mucho cuando frecuentemos los templos para aprender sobre las relaciones espirituales que tenemos con la Deidad. Necesitamos esforzarnos mucho por estar en lugares santos”. [James E. Faust, “Parándose en Lugares Santos,” Enseña (Mayo 2005), 67.]
A los que son dignos y listos, el templo es un “lugar santo” donde el Espíritu del Señor puede morar libremente. De esta manera templos mormones sirven como un santuario a los que los asisten, proporcionando un lugar que es sagrado y ha sido apartado como una casa del Señor. Ellos son lugares de oración, para meditación, y para revelación.
Los templos mormones ayudan a perfeccionar a los santos ofreciendo ordenanzas, que son las ceremonias ritualistas realizadas con el propósito de establecer los convenios entre miembros individuales de la Iglesia y Dios.
Las ordenanzas no sólo nos recuerdan de acontecimientos sagrados o de nuestra relación con Dios, pero son un símbolo de los convenios que hacemos con el Señor. Mormones a menudo describen un convenio como una promesa de dos-vías. Cuándo mormones se bautizan ellos hacen un convenio con el Señor para esforzarse por seguir el ejemplo de Cristo y arrepentirse de sus pecados. En respuesta a nuestros esfuerzos fieles, el Señor nos promete perdón, santificación, y fuerza aumentada para combatir la tentación futura. Esto es posible a causa del sacrificio de Jesucristo y la influencia del Espíritu Santo.
Dentro de Templos Mormones, hay básicamente dos ordenanzas realizadas para miembros de la iglesia Mormona. La Primera es conocida como la investidura del templo, y el segundo como el sellamiento, la clave de un casamiento celestial. Mientras el anterior es diseñado para beneficiar individuos, el último es diseñado para crear familias eternas. Estas ordenanzas son muy sagradas y sagradas, de modo que mormones fieles no discuten sus detalles fuera del templo, aún el uno con el otro.
Los templos Mormones se proporcionan para que las ordenanzas sean hechas no sólo para los vivos, pero también a favor de los muertos. Hay miles de millones de personas que han vivido en esta tierra sin oír jamás el nombre a Jesucristo, o llegado a entender el sacrificio que El hizo por ellos. Tales individuos, sin embargo, necesitan ordenanzas que les permitirán la misma clase de perdón, santificación, y progresión que los santos (Miembros) gozan durante su vida. Los Mormones creen que en el mundo de los espíritus, donde individuos fallecidos esperan la resurrección, el evangelio es predicado como lo es en la tierra, permitiendo que las personas se prepararen para las ordenanzas que son realizadas para ellos en templos sagrados.
Los templos Mormones verdaderamente son un lugar de belleza sagrada. Ellos proporcionan fuerza y refugio para los santos que necesitan un descanso del mundo. Los templos están abiertos a todos los que permitan que el Espíritu Santo los incite a abrazar el evangelio verdadero de Cristo, y preparar a sí mismos de entrar dignamente.